jueves, 17 de enero de 2008

Hubo una vez dos mujeres...


Hubo una vez dos mujeres
que nunca se encontraron,
una que tú no recuerdas,
otra que tú llamas "mamá".

Dos vidas diferentes
en el completamiento de una sola,
la tuya.
Una era tu buena estrella,
la otra era tu sol.

La primera te dio la vida,
la segunda te enseñó cómo vivirla.
La primera creó en ti el deseo de amor,
la segunda estuvo ahí para colmarlo.

Una te dio las raíces,
la otra te dio su nombre.
La primera te transmitió sus dones,
la segunda te propuso objetivos.

Una hizo nacer en ti la emoción,
la otra colmó tus angustias.
Una recibió tu primera sonrisa,
la otra enjugó tus lágrimas.

Una te ofreció en adopción,
era todo lo que ella podía hacer por ti.
La otra rezaba para tener un hijo
y Dios se lo dio a través de ti.

Y ahora cuando tú me haces la eterna pregunta:
"¿De quién soy fruto?:
¿De la herencia o de la educación?".

Ni de una ni de otra, hijo mío,
simplemente de dos formas
diferentes de amor.

2 comentarios:

Leonardo dijo...

En relación a cosas poéticas, durante este fin de semana hice una poesía inspirada en la espera que muchos estamos viviendo:


LA ESPERA

Mientras la luna rota
Alrededor de la pena
Y las hojas y las aves
Se adueñan del suelo y del aire
Nosotros esperamos
Y tú también esperas

Mientras los papeles cuelgan
Y los sonidos no suenan
Como conteniendo el aire
Mirando la tierra
Nos tomamos las manos
Nos decimos “te amamos”
Desde ya te amamos
A ti, lucero, estrella.


Te inventamos de a poco
Te escribimos cartas
Nos regamos el alma
Con nuestras propias lágrimas
Y vemos como tus flores
Brotan de nuestras ramas
Y soñamos…
Soñamos mucho
En esta espera larga.

Claudia Elzo dijo...

me encanto, quien lo escribio?..maravilloso!!!!